Wednesday, November 15, 2006

Ya es hora
Por Hernán Gutiérrez Bernal
En Oaxaca se está apostando todo por una nueva definición de civilidad, civismo, sociedad civil, civilización, etc. Se van cayendo una a una las máscaras de la representación (tan necesaria a estas alturas) --cultural, política, social, etc.-- y va quedando la población desnuda y tan incivilizadamente agraviada por el doble fraude (electoral y político) de Ulises Ruiz, por la república alternativa y "fantástica" de los medios y por las nada ingenuas "metidas de pata" de la Presidencia y la Secretaría de Gobernación. Allá arriba se debaten tranquilamente a muerte entre mentir un poco, mentir mucho y decir puras mentiras mientras que abajo quedan las familias de cada puerta, cada casa, cada cuadra, colonia y población que salen finalmente hartas a protestar por las cosas grandes y pequeñas, como por ejemplo que no cuente un voto, que no se valore el trabajo de alguien o que entre la policía federal preventiva a tomar por asalto la ciudad.
Queremos que la sociedad civil gobierne sin intermediarios, pero para eso necesitamos redefinir a la sociedad civil; y no como la que no es gobierno sino como la que nada tiene que ver con el poder de ningún tipo y la acumulación de dinero del origen que sea. Ahora mismo, en los países menos democráticos del mundo (como Estados Unidos y México), se pelean el poder (y con frecuencia lo consiguen) las iglesias, las televisoras, los cárteles, los bancos, los consorcios, aunque siempre, por obvias razones, disfrazados de partidos políticos y políticos partidos a la mitad. Todos son, están siendo o han sido desenmascarados, despojados de sus ropajes y disfraces una y muchas veces y al parecer, acostumbrados a la impunidad y a comprar imágenes de sí mismos a la medida, permanecen más tiempo del deseado en la administración pública. También, con frecuencia, una vez instalados, se las arreglan para que no haya elecciones libres: todo lo hacen con las patas, siempre los descubren, pero siguen contando con la complicidad de la mayoría en los congresos y no se abren investigaciones. Tampoco los periodistas ponen nunca el dedo en el renglón, para no decir que lo quitan con demasiada frecuencia (o viceversa).
Obviamente el juego que todos estamos jugando es el de "dime qué hacer y te creo". Qué comprar, qué creer, qué ver, qué oír, qué leer, que ponerse, qué comer, hasta cómo votar. En pocas palabras que todavía les tenemos confianza. Pero, ¿a qué costo y por cuánto tiempo? Poco a poco la gente en Estados Unidos se ha ido dando cuenta del problema en que se ha metido, de la corrupción vergonzante del congreso, de las flagrantes y escandalosas mentiras del presidente, de la complicidad de la industria de las armas con la casa blanca, del silencio sistemático y sospechoso de los media.
Con toda justicia la mayoría de los norteamericanos siempre sospechó y nunca votó por la presente administración, pero al mismo tiempo nunca hizo lo suficiente para que estas cosas nunca pasaran como pasaron: de algún modo creyeron en el sistema, cayeron en el juego. Ahora por fin, en las elecciones de noviembre, no estuvieron dispuestos a que les tomaran el pelo con otro fraude cibernético. Aunque sólo 27 de más de 50 estados tomaron precauciones con las máquinas para votar (instaladas por compañías que ya antes habían cometido fraudes electorales y que nunca han sido sancionadas ni procesadas y cuyos directores son amigos de los congresistas o son ellos mismos congresistas).
En Tijuana el escándalo de la corrupción de todas las policías es comparable al de Chihuahua, excepto que los tiras narcotizados de TJ han cometido el error de meterse a diestra y siniestra con la clase media (comerciante) y la clase alta, que son, entre las clases sociales, las que más poder de convocatoria tienen, al grado de haber recibido (últimamente) la orden de sus jefes-capos de no secuestrar ni matar más. En Chihuahua los ogros han sido un poco más sabios y discretos: se han avocado a secuestrar a las mujeres de la clase obrera y entre éstas a las de menos arraigo en la ciudad, las hijas de familias de emigradas de otros estados, y obviamente siguen cometiendo los mismos crímenes a cual más de sádicos a sus anchas y sin que nadie los reprenda (ya no digamos los aprehenda y los juzgue). Es un problema parecido al derecho de pernada que dio origen a la rebelión de Francisco Villa; y ahora las narco-policías echan mano de los problemas sociales del siglo XXI para no ser descubiertas: la sobrepoblación, la sobreexplotación, la marginalidad, la desesperación, la justicia a paso de tortuga que da tiempo para que los padres de las víctimas tengan hijas nuevamente y las vean llegar a la misma edad propiciatoria y las cuiden mucho mejor: en pocas palabras que no las dejen salir nunca de su casa (ni quedarse solas tampoco).
Si las policías no nos pueden cuidar ya es hora de que nos cuidemos nosotros solos. Si ellos son policías y ladrones al mismo tiempo ya es hora de que nos inventemos otra dependencia. Si la democracia propicia el fraude ya es hora de que dejemos de ser tan democráticos. Si la presidencia y las cámaras y los institutos ciudadanos pagados por el estado (o sea por nosotros) instigan para cometer fraude y luego (hacen como que) lo investigan y lo califican (siempre a su favor) con el tiempo que les pagamos (mejor que cualquier otro tiempo en cualquier otro país del mundo) ya es hora de que no les paguemos y no les demos más tiempo para administrarnos públicamente. Espacio para administrar el tiempo y tiempo para administrar el espacio es algo que sólo ocurre en las ciencias sociales, en la física es una y la misma cosa. Se supone que ellos y sus amigos alguna vez también fueron sociedad civil o que lo son de algún modo, pero de ningún modo son como nosotros. No están libres de culpa.
La flojera de salir a marchar cuando ya hicimos todo bien --pagar impuestos, trabajar, leer, conseguir credenciales, tener fe, proveer, votar-- es justificable. Pero también es justificable no querer quedarse en casa cuando todos salen a marchar iracundos. A eso hemos llegado, a las últimas instancias. Eso es más o menos lo que nos están diciendo que hagamos, es la regla más actualizada del mismo viejo juego. Algo más qué hacer para entretenernos mientras seguimos apostando a lo de siempre: pagar, trabajar, leer, etc. Nosotros matamos, ustedes marchen; nosotros robamos, ustedes marchen y protesten; nosotros usurpamos el poder, ustedes marchen protesten, desfilen, pinten, hagan lo que sea; nosotros hacemos negocios con la democracia entre partidos, corporaciones, iglesias, cárteles, televisoras y periódicos y ustedes marchen, desfilen, protesten, pinten, denuncien, hagan plantones, asambleas y convenciones, lo que les dé la gana, a nosotros qué nos importa: eso es lo que parecen decirnos siempre. Bien, ¿y si dejamos de creerles, de jugar con ellos, de comprarles sus cosas, de pagarles?
Bueno, no es la primera vez que pasa; ni somos el primer país-perro que se quita todas estas pulgas-funcionario de una sacudida. Ellos confían en las marchas organizadas y politizadas de todos los gustos y tamaños pues tienen todo tipo de publicidades y tanquetas para disolverlas. Es sólo cuando es puerta por puerta, casa por casa, calle por calle, colonia por colonia y ciudad por ciudad (a cambio del voto por voto que nunca ocurrió) cuando no saben qué hacer. Por eso Oaxaca es un precedente. El Distrito Federal es ya una República Federal Opositora (por su población y su capacidad de veto y huelga de consumo), y Oaxaca otra. ¿Quién sigue? Es una pasarela nacional de niños, de madres, de primos, de amiguitos, de tíos, de compadres, de socios, de colegas y de organizaciones donde se modelan todo tipo de ideas y sentimientos en contra de todo lo que está contra la sociedad civil; de gente buena, despierta y normal que ya no está fuera de sí: que juega, que cree, que paga, que contribuye y que consume poco a poco o mucho a mucho sólo hacia el interior de los enormes círculos de resistencia. Ese día podremos nosotros decidir por ellos.
Fotografo Alfonso Cardona Sanchez Tel. 01 (646) 156 12 95 cel. (612) 153 91 81cardonaalfonso@yahoo.com.mx

http://www.geocities.com/cardonaalfonso/fotografo.html

0 Comments:

Post a Comment

<< Home